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¿Qué es ser Mexicano?José Luis Núñez Herrejón

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Graham Press
12.09.2010
397 pages

Qué es ser Mexicano?

Queridas hijas:
"Ser mexicano es un orgullo", nos dicen con sus caritas llenas de esperanza y luz. Y su mamá y yo, como ustedes, consideramos que ser mexicano es efectivamente muchas cosas que nos enorgullecen y nos hacen pensar en un hermoso futuro para ustedes.

Qué es ser Mexicano?José Luis Núñez Herrejón

"Ser mexicano es un orgullo", nos dicen con sus caritas llenas de esperanza y luz. Y su mamá y yo, como ustedes, consideramos que ser mexicano es efectivamente muchas cosas que nos enorgullecen y nos hacen pensar en un hermoso futuro para ustedes.

Ser mexicano es pertenecer a una gran república que hemos ido construyendo poco a poco, entre mujeres y hombres, no sin problemas, en los 200 años que tenemos apenas de llamarla México.

Ser mexicano es habitar un lugar del mundo privilegiado por sus climas, por sus montañas, bosques, selvas y desiertos, por sus recursos naturales, por su geografía única entre dos enormes océanos, por su ubicación en medio de Oriente y Occidente.

Ser mexicano también es un orgullo por su diversidad de plantas y animales únicos en el planeta y que debemos preservar a toda costa, como la mariposa monarca o la vaquita marina, el lobo o el coyote.

Ser mexicano es, por supuesto, el orgullo del 15 de septiembre por la mañana en el patio de la escuela frente a la bandera o en la comodidad de la casa por la noche cuando gritamos "Viva México" con el presidente y cantamos "Cielito Lindo" al celebrar nuestra independencia, rodeados de nuestros familiares y amigos y de colores y sonrisas, de confetis, matracas y platillos deliciosos. Pero también ser mexicano es un conjunto de tradiciones muy antiguas y esto es muy importante no olvidarlo y saberlo valorar con toda justicia.

Ser mexicano es pertenecer a la tradición de los pueblos originarios que llegaron probablemente durante alguna glaciación a América desde Asia hace varios miles de años y que domesticaron animales y plantas y crearon enormes y ricos reinos con pirámides, observatorios y templos, como los tarascos, los olmecas, los mayas y los toltecas, o los aztecas que fundaron, siguiendo una visión o un sueño, la gran Tenochtitlán en el valle de Anáhuac y sus lagos –lo que ahora es la ciudad de México–.

Ser mexicano es también formar parte de la gran tradición de los navegantes y aventureros europeos que desembarcaron en el siglo XVI en nuestras costas, buscando la India o China y que descubrieron, en cambio, llenos de asombro, este inmenso continente que es América. Individuos conformados principalmente por españoles y un genovés de nombre Cristóbal Colón, pero también portadores de una herencia de 800 años musulmana y judía, griega y romana, eslava y mediterránea que nos llena de orgullo y que se aprecia en muchos de nuestros rasgos. Esta tradición mixta la vemos, sobre todo, en nuestro lenguaje escrito y la oímos en palabras tan comunes como merienda, campana, olla, ábaco, pero también en almohada, ojalá, álgebra, alfabeto y aleluya, una larga tradición verbal unida a otra tan entrañable para nosotros y en la que se oyen palabras como pozole, elote, papalote, molcajete y chocolate, y las cuales constituyen en conjunto el lenguaje actual de los mexicanos, las palabras con las que nos comunicamos todos los días.

Ser mexicano es haber recibido la herencia cultural de un reino inmenso, llamado Nueva España, el cual fue el más próspero del imperio español durante 300 años y que es el antecedente más directo y fuerte de nuestra cultura mexicana. Nos separamos de España, como lo hizo ésta del Imperio Romano, porque así tenía que ser, pero nos enriquecimos enormemente con las tradiciones ibéricas durante esos siglos. Muchas cosas se crearon en ese periodo de México que ahora son imprescindibles en nuestra vida diaria: edificios, catedrales, palacios, instituciones, códigos de comportamiento, formas de hablar, formas de ver el mundo y, sobre todo, una riquísima gastronomía. La comida mexicana que tanto placer nos da la compartimos orgullosos con el mundo y éste, a cambio, la ha reconocido ya como patrimonio inmaterial de la humanidad por su riqueza de ingredientes y sus cualidades alimentarias.

Ser mexicano en los últimos dos siglos es también recibir, agradecer y adoptar las tradiciones más recientes de inmigrantes o refugiados que se han visto obligados a abandonar sus países por guerras o persecuciones, por necesidad o aventura, pero que al llegar a esta nación, en su búsqueda de un mejor futuro, han encontrado un refugio, un hogar que los acogió y los ha ayudado a desarrollarse.

Ser mexicano es un orgullo también cuando hay desgracias y somos solidarios y nos ayudamos unos a otros, como en los terremotos o las inundaciones, o cuando hacemos un frente común vestidos de blanco ante las injusticias y las desigualdades, manifestándolo con firmeza y con la misma intensidad que cuando celebramos nuestra independencia.

Ser mexicano es una identidad que va creciendo y desarrollándose, que se nutre de su largo pasado, de sus tradiciones milenarias, pero que siempre está cambiando y dispuesta a incorporar nuevas formas de ver el mundo, de ver la vida.

Ser mexicano es apreciar todas estas tradiciones culturales y transformarlas en otras nuevas. Ser mexicano radica precisamente en entender estas cualidades y vivirlas con plena conciencia todos los días.

Ser mexicano también es reinventarse en cada generación.

Ser mexicano, como nos dicen ustedes hijitas, "es un orgullo", y así hay que decirlo, nada más, con esas mismas palabras.

Con cariño, sus padres:

Elisa Delgado Hachmeister
José Luis Núñez Herrejón

Portraits

Photography (1999 – 2013)

Chapter 9 Nomadic Lifestyle

Candy canes lollipop macaroon marshmallow gummi bears tiramisu. Dessert croissant cupcake candy canes. Bear claw faworki faworki lemon drops. Faworki marzipan sugar plum jelly-o marzipan cookie.