Un niño pequeño se enfrenta al mundo que lo rodea usando constantemente todos sus sentidos.

Para examinar un objeto nuevo utiliza naturalmente todos sus poderes de observación. La Dra. Montessori pensó que éste era el tiempo ideal para darle al niño material que le ayudará a agudizar sus sentidos, permitiéndole así entender las muchas impresiones que recibe por medio de ellos y así aprender sobre todo lo que les rodea.

Los materiales sensoriales introducen al niño a conceptos lógico-matemáticos.

María Montessori incluyó un sentido, llamado estereognóstico, mediante el cual se trabaja a través del tacto pero sin utilizar la visión.

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