Si te preguntas: “¿Montessori es una opción para mi hijo, o para mi hija?”, te invitamos a reflexionar en esto:

La Dra. María Montessori fue una mujer brillante y visionaria, por mucho, adelantada a su época. Primera mujer médica de su época; que se atrevió a estudiar y ser lo que nadie había logrado antes: Médica y educadora.

Toda su vida se caracterizó por su afán de observar y aprender, que, aunado a su amor por los niños, le llevó a desarrollar una metodología única: Respetuosa de los talentos y necesidades propios de los infantes, convirtió el “cómo enseñarles”, en un “dejémosles aprender, volverse autónomos y capaces”.

Verdades tan sencillas como:

• “Cualquier ayuda innecesaria es un obstáculo para el niño”.
• “Cuando un niño se siente seguro de sí mismo, deja entonces de buscar la aprobación del adulto a cada paso”.
• “Si existe para la humanidad una esperanza de salvación y ayuda, esta no podrá venir más que del niño, porque en él se construye el hombre”.
• “Ayudar a la vida, dejándola libre, es la tarea del educador”.
• "El medio ambiente actúa más fuertemente sobre la vida individual, cuanto menos fija y fuerte sea esta vida individual”

La llevaron a creer que la enseñanza es un proceso natural (el ser humano por naturaleza busca aprender), por lo tanto, la mejor manera de enseñar, tenía que ser respetando la naturaleza del niño.

¿Por qué buscar que los niños aprendan de formas antinaturales, si pueden hacerlo de manera sencilla y placentera, si se respeta su naturaleza?

• Los niños son curiosos, dejémoslos experimentar.
• Los niños son activos, favorezcamos el movimiento.
• Los niños son sociales, abramos las puertas al aprendizaje colectivo.

El método Montessori respeta y forma al niño; no lo moldea ni transforma haciéndolo repetir, memorizar, obedecer.

¿Qué busca el método Montessori? Estos son algunos de sus principios.

Desarrollar y dominar las competencias del niño y niña.

Aprenden, conjuntado diversas habilidades en cada conocimiento o reto, siempre a través del razonamiento y comprobación; no basados en la memorización y mecanización vacía.

Atender la diversidad

Hoy en día se habla más que nunca de diversidad, sin embargo, lo hacemos para distinguir razas, nacionalidades, niveles intelectuales o motores de desarrollo, religiones, etc. La verdad es que la diversidad se refiere a cada individuo: Todos somos únicos y distintos, tenemos diferentes intereses, capacidades, habilidades, antecedentes, cultura, etc.; por ello, la Dra. Montessori planteó un trabajo educativo totalmente personalizado; donde aun estando juntos los niños y niñas en un salón, cada quien recibe lo que necesita y a su propio nivel y ritmo.

Alcanzar la autorregulación

¿De qué sirve que los niños y niñas crezcan obedeciendo simplemente o reaccionando a las indicaciones, si no son capaces de obrar de manera correcta por sí mismos?

En Montessori, se ve a los alumnos no como objetos de enseñanza/aprendizaje; sino como seres en formación que pueden y deben volverse autónomos y saber elegir entre lo bueno y lo mejor por sí mismos.

En el Colegio Christa McAuliffe trabajamos cada día para formar a estos niños y niñas autónomos e independientes que crezcan en un ambiente donde:

• Serán respetados y reconocidos como seres únicos y valiosos
• Crecerán como personas autónomas que, por sí mismas, eligen el aprendizaje y el crecimiento.
• Desarrollarán sus competencias para el aprendizaje y para la vida, no solo las aprenderán de memoria.
• Todo esto sucederá en un ambiente propicio que reconoce sus necesidades de niños y su gran potencial como seres humanos, sin negarles es espacio para ser felices.

Por eso y mucho más, es muy conveniente tener a tus hijos en un colegio Montessori.